Metas (II)

 

Hoy me siento felíz de retomar la publicación de nuestro blog después de tres semanas de receso por inconvenientes técnicos. Por tal razón no deseo perder tiempo y les invito a adentrarnos de una vez en el tema.

La semana pasada sugerí que hiciéramos una reflexión–recuento de:
-nuestras habilidades, talentos, actualidad de nuestros sueños, en general un recuento de nuestro capital de trabajo.

Para los que han leído desde el primer post les habrá quedado claro el por qué es imperioso, determinante, tomarse el tiempo y para los que no, les invito a leer desde el primer post en la serie de Pensamientos positivos. De cualquier forma se los resumo en unas pocas palabras. Somos seres integrales, podemos tener muchos conocimientos académicos o mucha preparación personal y espiritual pero, el éxito de nuestras gestiones esta en la unión de ambos.

Definamos primero que nada lo que es una meta: «es un término con el que se le conoce a los objetivos o propósitos que por lo general una persona se plantea en la vida cotidiana». Esos objetivos o propósitos tienen una forma correcta de formularse y es lo que vamos a aprender a continuación.

En segundo término dejemos claro que nuestro cerebro no esta diseñado para saber cuando le hablamos en presente o futuro, en broma o en serio. El solo toma a pie juntillas lo que le decimos a través de nuestros pensamientos y de lo que hablamos y lo ejecuta….

¿Cuándo es el momento de formular una meta?

Desde niña visualicé las metas como un ejercicio anual que se relacionaba con la navidad, es decir, con algo que incluía magia y suerte quizás.

Al hacerme adulta parte de esa percepción desapareció y en su lugar ocupó el espacio la realidad de saber que ni magia, ni suerte, sino un ejercicio de análisis y evaluación de mi situación actual precedía la elaboración de una meta y que ésta, según mi conveniencia podía diseñarse diaria, semanal, mensual o anualmente; la magia es otra cosa que la esperanza y la fé en que todo va a salir bien.

Tal descubrimiento en parte me dio más trabajo pero también más poder de logro y alcance.

Si en mi día a día hay desorden o poca eficiencia se hace necesario hacer un alto, evaluar y plantear una meta, corta, puntual.

Si en la oficina surge un problema del calibre que sea es pertinente evaluar y diseñar una meta que incluya las personas que resuelven, el tiempo en que se espera ocurran resultados, orientación de la solución.

Si en mi vida ya tengo sueños cumplidos, es momento de evaluar, celebrar, disfrutar y diseñar nuevas metas para ir por más.

¿Cómo se formula una meta?

Hay autores que sugieren una sencilla guía y son el significado de las siglas de la palabra Inteligente en inglés, SMART. Cada meta debe contener esas características:

Específica: (specific) la meta debe ser específica, lo que será una consecuencia de la cantidad de información y datos precisos con que contemos. La solución del problema debe estar contenida en ella.

Medible: (measurable) debe ser medible el propósito u objetivo en números o porcentajes, una medida que me dé idea del esfuerzo y cantidad de trabajo que debo hacer para lograrlo.

Acción (action) debe estar orientada a la acción y eso lo expresamos en los verbos que ayuden a concretar acciones medibles.

Realista (realistic), Debe ser realista, esto puede ser muy subjetivo pero digamos que puede manejarse como un punto medio entre la zona de confort y la zona que esta fuera de nuestro alcance, de manera tal que nos obligue a exigirnos un poco más.

Tiempo, (Time) se refiere al tiempo que estimamos nos puede llevar alcanzar los objetivos propuestos en días, semanas o meses.

¿Por qué debo incorporarla como parte de mis hábitos hacia el éxito?

Debo incorporar ese hábito de formular metas y hacerles seguimiento hasta su concreción porque ese es mi camino seguro al éxito.

¿Es el éxito una forma de vida o una meta en si misma?

Yo diría que el éxito es una forma de vida que fomentamos con nuestros hábitos. El hábito de hacer metas y cumplirlas es poderosísimo, emocionante, nos hace mejores, y nos prepara para vivir más años, con mayor calidad de vida, y mejores historias para contar.

En el tercer capítulo de esta serie de Metas, la semana que viene hablaremos de las “afirmaciones” el paso siguiente que complementa esta trilogía.

Una vez más espero sus comentarios, la idea de la retroalimentación es valiosa para todos.