Inicialmente el emprendimiento esta referido a una actitud en los negocios, que consiste en tener una iniciativa, que implique riesgo y que en el mejor de los casos sea novedosa.

Vivimos en una etapa de la humanidad signada por los avances tecnológicos, la velocidad y las novedades que no cesan. Recibimos información por diferentes vías, tanto, que nos vemos obligados a detenernos y pensar cuál funciona mejor para nosotros, de acuerdo a nuestras ocupaciones, el tiempo disponible e incluso la forma particular de captar con mayor efectividad lo que nos llega.

En un mundo tan competitivo y tan increíblemente comunicado, el emprendimiento se hace cada vez más exigente; cuando uno piensa en una idea, se va a google a las “key words” o sencillamente “goglea” el tema y listo, aparece alguien, en alguna parte del planeta con una idea similar, que está en proceso o la está ya comercializando, incluso ya se hizo millonario con ella!!. Y nosotros apenas la estábamos descubriendo. O peor aún no aparece por ninguna parte nada similar, entonces asalta la duda del tamaño de un gigante: será esto tan descabellado que ha sido descartado de plano! O será que soy tan inteligente que a nadie se le había ocurrido y tengo la idea del millón de dólares?

Es aquí donde el sentido común y valores como la responsabilidad y la perseverancia entran a jugar un rol vital en nuestra vivencia como personas de negocios.

Hombres de negocios

Cuando leemos por encima la vida de los hombres considerados importantes por sus logros, nos topamos con gente que inventó, como Tomás Alba Edison, la bombilla. Con gente que creó, como Steve Job, un mundo digital inimaginable que dividió a la humanidad en antes de Apple y después de Apple; con gente que descubrió planetas y nuevas galaxias apoyados en la estructura y equipo de la NASA. Con personas que diseñaron sistemas digitales para hacer más eficiente el marketing por internet. Con Jesucristo que ideó un plan de salvación para el ser humano y lo concretó en tres días con su muerte en la cruz y su resurrección. Y así innumerables y asombrosos logros.

Pero cuando vamos al detalle de cada una de esas historias y emprendimientos, nos encontramos con otras realidades. Tomás Alba Edison no hizo menos de 1000 intentos hasta encontrar algo parecido a lo que finalmente fue el bombillo y su alcance; Steve Job creó empresas, se peleó con mucha gente, se enfermó, y finalmente en el terreno de juego dejó su vida pero también dejó un legado. Los diferentes equipos conformados en la NASA han hecho muchos diseños, cálculos, experimentos… unos exitosos, otros muy trágicos y en el camino han obtenido impresionantes resultados. Jesucristo estudió, se formó, a través del Pentateuco, libros del Antiguo testamento y la oración por 30 años para trabajar luego 3 años, darse a conocer y en tres días asestar el duro golpe que dejaría al enemigo sin posibilidad de ganar la guerra que estaba planteada. Además de dejar un regalo de amor y gracia, que deja en la absoluta perplejidad a sus más acérrimos detractores cuando éstos deciden tomarlo en serio y conocerle.

Será que nos atrevemos?

El emprendimiento es una actitud que se resume en iniciativa, riesgo e innovación pero cuando vamos al detalle se desglosa en trabajo duro, persistencia, fe y objetivos claros.

Por eso planificar el día a día, la semana, el mes y el año de acuerdo a un plan específico, tiene hoy día más sentido que nunca. Trabajar duro, perseverar, estudiar para mejorar nuestras capacidades y percepciones del mundo de los negocios, es un estilo de vida. Para los más exigentes es complementado con una vida espiritual que los hace profundos, dotados de herramientas para los días grises y llenos de virtudes para compartir.

Sus comentarios nos motivan a seguir, compartir ideas nos da una visión diferente que, en el peor de los casos nos sirve para descartar un camino y en el mejor nos aporta fuerza, ánimo, ideas. No desperdiciemos este espacio. Tambien nos encantaría anotar sus intereses y así investigar y nutrir los post.

Hasta el próximo compartir. Éxito! Haz que tu vida valga el esfuerzo: para ti, para tu familia, para el mundo, porque lo queramos o no, somos influencia…